Cada uno de nosotros somos un propio universo interno.
Si bien muy similares, también tenemos características diferentes y originales, cada uno desarrollando análisis en su exploración interna de hechos cotidianos, cada uno expresando una diversidad de puntos de vista; cualidad propia del ser humano.
Cada persona percibe el mundo bajo su propio prisma, único, ordenando desde sus experiencias, sus valores, entendimiento y emociones. Se ven enfrentadas creencias en múltiples áreas, todas dispares, que nos dividen y nos agrupan por grupos de subjetiva pertenencia.
Esta variedad en la perspectiva nos enriquece y nos ayuda al desafío que es comprender el mundo desde las discrepancias.
Cada uno interpretando esta realidad diferente de lo que puede ser para uno u otro en mismas situaciones, diferentes perspectivas.
Nuestras percepciones de la vida están filtradas por nuestras propias creencias, experiencias pasadas, y esa combinación única y original del proceso interno. Pero podemos entender estas diferencias como una gran y necesaria oportunidad para la misma evolución humana.
Esto ha sido así a lo largo de la historia, evolucionando desde la era de piedra donde el ser ocupaba cuevas, hasta nuestros días. También está siendo la causa de grandes conflictos y divisiones culturales, sociales y geográficas.
Hoy estamos en un momento donde la comunicación es global y podemos sentirnos conectados de manera universal. Todos estamos interconectados de alguna manera.
Por eso es tan importante lo que hacemos de manera personal desarrollando nuestro potencial en un proceso de entendimiento que nos ayuda a discernir, mejorando la comunicación, el respeto y la empatía.
Analizar nuestro diálogo y nuestra escucha nos ayuda a examinar la diferencia sin sentirnos invadidos o menospreciados. Es fundamental trabajar en nuestro universo interno.
Es importante cuestionar nuestras propias creencias, salir de nuestra zona de confort, amplificar nuestra perspectiva con una actitud y fuerza positiva que impulse una virtuosa comunicación, esta gran herramienta universal que es el poder de la palabra, que puede ser utilizada como constructiva o conflictiva.
Ser conscientes de este poder de la dialéctica nos llama a la reflexión hacia una mejor comunicación cuando se ejecuta de manera honesta, abierta y virtuosa, respetando las diferentes opiniones de las diferentes posturas. Buscar los puntos de encuentro es fundamental para la evolución.
Nadie tiene una verdad absoluta, pero sí pequeñas verdades, todas relativas al contexto, a la perspectiva, a la búsqueda del diálogo y la sabiduría.
Cuando permitimos el intercambio fluido de ideas y estamos predispuestos a crear nuevas posibilidades en una misma causa, estamos creando las mejores condiciones para el crecimiento particular y también universal.
La diversidad de puntos de vista es la fuente de la riqueza cultural, intelectual y espiritual para celebrar la diversidad en lugar de atacar las diferencias.
Podemos construir desde el entendimiento propio de cada uno, un mundo multicultural multifacético, armonioso y evolutivo.
Lo que nos une es mucho más valioso que lo que nos diferencia. Esta es la oportunidad en cada dificultad.
Cada uno de nosotros es único, con sus sueños, historias, anhelos, interpretando de manera particular la vida misma. Todos buscando una dichosa y plena vida, donde la conexión entre las redes de conexión son parte de la esencia misma del crecimiento y evolución humanas.
Es en ese universo interno donde podemos armonizar los multiversos de los seres que habitan esta Tierra.
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Mensaje canalizado por Julio César Singlan desde seres de luz que iluminan nuestro camino. Editado por Premjeet / Amor Completo.
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