Las palabras transmiten una frecuencia y vibración.
Cuando además interpretamos el significado del lenguaje, sentimos su intención.
Ser concientes de nuestra vibración...
Lo que piensas, manifiestas, y con tus emociones puedes materializar tu realidad.
Muchas veces nos preguntamos porqué nos pasan ciertas cosas... nos genera preocupación, sensaciones de malestar, dolor. Hay grados de tolerancia con respecto a sostener estas situaciones y circunstancias por las que atravesamos.
Todo aquello que nos molesta o incomoda, todo lo que nos perturba o inquieta, lo que frustra o vulnera, son aspectos necesarios en nuestro camino evolutivo.
Es parte de la vida misma atravesar por diferentes niveles de graduación energética. Si todo permaneciera en un mismo nivel de estado, no comprenderíamos la diferencia entre uno y otro; todo se tornaría gris si no tuviéramos desafíos que enfrentar.
Qué atleta correría más rápido si no tuviese un otro al que compararse? Es evolución o estancarse, es decisión propia, avanzar o repetir.
Es una responsabilidad y compromiso propio lo que define el grado de aprendizaje en el que estamos.
Tu sentir y hacer sin dirección puede llevarte por caminos escabrosos.
Tu tienes un gran poder, y ese gran poder es el de la intención. Poder generar un proceso evolutivo depende de la intención.
Esto puede fortalecerte o debilitarte. Tienes en ti la posibilidad de creer y encontrar tu propia fórmula de superación y expansión, creyendo profundamente en trabajar con la intención de armonizar tu vida con amor y altruismo para ti, tu familia, la humanidad y todo lo que existe.
Atraerás con ese flujo la energía para que así prospere, y se multiplique en frecuencia y vibración.
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Mensaje canalizado por Julio César Singlan
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